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¿Qué son las
Sagradas Escrituras?
La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios puesta por escrito bajo la
inspiración del Espíritu Santo. Así al conjunto de esos libros escritos se
los suele llamar también Biblia o Santa Biblia. Es uno de los libros más antiguos del mundo. Comenzó a escribirse
probablemente entre mil y mil quinientos años antes de Cristo; 50 años
antes de su nacimiento, ya estaba terminado el Antiguo Testamento. La
palabra Biblia se deriva de la expresión griega "biblos"
y significa "libros". Nombre que probablemente
provenga de una ciudad llamada Biblos, donde se fabricaba el papiro
para hacer el papel de los libros en esa época. Antiguamente se le llamaba
la Escritura. Así se refiere Jesús a ella.
Al hablar
de Divina Inspiración de las Sagradas Escrituras, nos referimos que como
Iglesia creemos que todos los libros de la Biblia fueron escritos bajo el
directo influjo y asistencia del Espíritu Santo. Eso es que la Biblia tiene
como autor al mismo Dios. "Toda escritura es divinamente
inspirada" (2 Tim 3,16) más allá de los instrumentos humanos que
fueron usados por Dios para escribirla. Por eso, cuando nosotros leemos la
Biblia o la escuchamos proclamar, nos emocionamos, porque la Biblia
es la Palabra de Dios escrita! Es como una carta de amor, que
Dios nos escribe a cada uno. Podemos decir que la Biblia tiene
dos autores: el autor principal es el Espíritu Santo, y los autores
secundarios son los hombres de quienes Dios se sirvió para escribir cada
uno de los 73 libros.
Dios
habla en la Biblia por medio de los hombres, con un lenguaje humano. Es decir
que el mensaje de Dios es escrito con la mentalidad y cultura de cada
tiempo y de cada lugar. Y se escribió según los conocimientos de su tiempo,
según sus capacidades y su manera de escribir. Este lenguaje, de un país y
de un tiempo tan antiguo, es lejano a nosotros y exige una preparación
adecuada para su pleno entendimiento. Por eso, ante una frase bíblica, lo
que nos interesa saber, no es tanto el modo o la manera que se emplea, sino
el mensaje que el Señor quiere comunicarnos. Por eso hablamos que en las
Sagradas Escrituras se han empleado muchos géneros literarios, por ejemplo:
Histórico, didáctico, poético, profético, apocalíptico, epistolar.
La Biblia se divide ante todo en dos grandes partes:
Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, ambos relacionados entre sí. Aunque
la Biblia contiene tantos libros, forma una unidad. El Antiguo y el Nuevo
Testamento se complementan mutuamente, su interrelación es tan completa,
que el primero explica el segundo y viceversa. Dos grandes religiones se
rigen por las enseñanzas de la Biblia: La judía y la cristiana, ésta
última está integrada por católicos, ortodoxos y protestantes de muchas
denominaciones. Los judíos sólo aceptan el Antiguo Testamento. Los
cristianos, lamentablemente, estamos divididos en cuanto a la aceptación
del número de libros: Católicos: el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento están formados por 73 libros; 46 del Antiguo y 27 del Nuevo
Testamento. Los Ortodoxos admiten la misma lista de libros que los
Católicos. Los Protestantes sólo aceptan una lista de 66 libros: 39 del
Antiguo y 27 del Nuevo Testamento, puesto que no aceptan 7 libros del
Antiguo Testamento que se encuentran escritos originalmente en lengua
griega y no en la hebrea.
Las Sagradas Escrituras
se empezaron a escribir hacia el año 1200 a.C. (antes de Cristo),
hacia el final de la vida de Moisés, terminándose de escribir el A.T. hacia
el año 50 a.C. con el libro de la Sabiduría. El Nuevo Testamento se
comienza a escribir hacia el año 50 d.C. (cartas de S. Pablo) y se termina
hacia el año 90-100 d.C. (Apocalipsis y Cartas de S. Juan). Así, podríamos
decir que toda la Biblia se tardó en escribir unos 1300 años.
Al conjunto de libros
inspirados por Dios se le llama "Canon", palabra que viene del griego
y corresponde a nuestra expresión de "caña". Una caña es una vara
muy recta que en la antigüedad se usaba para sostener derecha alguna cosa.
Con el tiempo esta vara se utilizó para medir y hacer las cosas rectas, se
le denominó "regla". Nosotros le damos a la palabra
"canon" un significado metafórico. En sentido propio se llama
canon a una determinada lista o colección de libros sagrados que son
recibidos como inspirados por Dios. Desde muy antiguo se consideran dos
clases de libros canónicos: Protocanónicos: son
aquellos de cuya inspiración nunca se ha dudado, ni por la religión judía,
ni por la cristiana. Son 39 del A.T. y Deuterocanónicos: son
aquellos de cuya inspiración se dudó algún tiempo y por alguna religión o
culto particular. Pero después de minuciosos estudios, se recibieron
también por inspirados. En el A.T. son 7 y en el N.T. son algunos textos de
los evangelios y de algunas cartas.
Para la composición de
la Biblia se emplearon tres lenguas: Hebreo, casi todo el A.T. Era la
lengua propia del Pueblo de Israel. Arameo, algunos capítulos de
algunos libros del A.T. Esta lengua se introdujo en Israel a partir del
siglo IV a.C., llegó a suplantar la lengua hebrea. Jesús hablaba un
dialecto arameo. Griego: algunos libros del A.T. y todos los del N.T,
menos el Evangelio de San Mateo, que se escribió en arameo.
Existen también algunas
versiones muy reconocidas de las Sagradas Escrituras en distintos idiomas.
La más conocida: Versión de los Setenta: Realizada, según
la Tradición judía, por los 70 sabios de Israel, entre los siglos III y I
antes de nuestra era, destinada a los judíos que vivían en Grecia, Roma y
Alejandría, durante la dispersión, con el fin de que pudieran propagarla a
quienes hablaban el griego. Versión Vulgata: Traducida al
latín por San Jerónimo, en el siglo IV en Belén. El motivo fue que por ese
tiempo se impuso el idioma latín en Occidente. De ésta se han sacado muchas
versiones hasta la fecha. Es la versión oficial latina. Ahora, cada idioma
y cada cultura tienen sus propias versiones de la Biblia, sin alterar su
contenido. De hecho, la Biblia es el libro del cual más versiones
(traducciones) se han hecho en todo el mundo. Es importante citar las
Biblias Ecuménicas, surgidas del movimiento ecuménico, con el fin de acercar
a los cristianos de diferentes confesiones.
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